¿Y si nunca llega?
Un viejo adagio dice “más vale tarde que nunca”, pero ¿Y si nunca llega? Es curioso ver como los seres humanos tendemos a esperar por algo o alguien que sabemos jamás será para nosotros, pero como siempre decimos, la esperanza es lo último que se pierde.
Así como el coronel siguió esperando su carta de jubilación todos los viernes, los individuos tendemos a esperar toda la vida por el trabajo ideal, el hombre ideal, la casa ideal y todo aquello que según nosotros es la cima del bienestar, olvidándonos de las personas que están a nuestro alrededor, incluso de nosotros mismos, pues sólo vivimos por y para ese anhelo de alcanzar nuestros sueños.
Es interesante ver cómo el ser humano empieza a sacrificar su vida, a despojarse de todo por alcanzar ese estado que siempre se ha idealizado, ya sea porque cree que se lo merece o porque siempre le persuadieron con esa idea, pues como lo vemos en la historia de “El coronel no tiene quien le escriba” al personaje principal no le importa para nada que se esté “pudriendo vivo” como dice su mujer, pues se gasta el dinero en el maíz para el gallo y en café, todo con la esperanza que el animal se valorice para venderlo y así sobrevivir mientras llega su pensión.
Cuando un sujeto llega a éstos extremos de sólo vivir para obtener si quiera algo de sus sueños, es necesario replantear la idea de la importancia que esto tiene en nuestra vida y si realmente el sacrificio que estamos haciendo por eso puede llegar a tener el resultado esperado, que no sea peor el remedio que la enfermedad.
Somos seres de impulsos, que actuamos con el corazón y no con la razón, pero hay ocasiones que se hace necesario combinar estos dos elementos, para que nuestras decisiones no afecten a los demás ni a nosotros mismos, teniendo en cuenta que si lo esperado nunca nos llegará, de nada sirve realizar grandes sacrificios, así lo único que lograremos es ocultar la realidad, mi realidad y así descuidaremos los otros aspectos de nuestra vida negándonos a las otras posibilidades que podemos encontrar.
¿En realidad es necesario volver nuestra vida tan miserable por algo que sabemos o sospechamos nunca será? Si llega maravilloso pero ¿y si nunca llega?
Auto evaluación de la clase
En el día de hoy realizamos la socialización de los respectivos ensayos de acuerdo a las obras de literatura contemporánea colombiana, la obra que yo escogí fue "El coronel no tiene quien le escriba" del escritor y periodista Gabriel García Márquez, me pareció muy interesante el hecho de esperar con tanta pasión y esperanza algo que sabemos nunca será pero que igual lo seguimos esperando, los ensayos que se leyeron fueron muy buenos, en espercial el de la compañera Alejandra Saldarriaga y el de la compañera Indira, pues tenían una textura narrativa muy buena que despertaba interés en leer el texto mientras que otros se sabía que no lo leyeron por la forma en la cual lo leyeron y el desorden de las ideas.
La clase me pareció muy buena porque aprendí cosas muy buenas de mis compañeros, cómo debo escribir y que cosas debo evitar,espero seguir extrayendo las cosas buenas y aunque no me agraden algunas personas o algunas acciones de ellos tener siempre presente lo bueno que ellos me pueden aportar a mi experiencia profesional.
miércoles, 8 de septiembre de 2010
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