Crónica
EL BAILE DE LA MUERTE
Con la vos entrecortada, un poco lenta, calmada, pero con una mirada realmente triste, de esas que arrugan el corazón, empieza a contarme Alfredo Medina su historia, esa que según él no le gustaría volver a vivir.
Alfredo es un hombre de 40 años, padre de tres hijas: Laura, Catalina y Juliana Medina. Una vez salió a trabajar a la finca de don Juan Agudelo, pues iba a ayudarle con un ganado. Cuando llegó donde don Juan se dio cuenta, que se había olvidado del encargo que su patrón días antes le había pedido.
Cuando se devolvió a la casa, encontró a sus hijas amarradas, con la ropa rasgada y una nota sobre la mesa que decía:”ay le hicimos el favorcito a sus hijitas, sino paga, las mandamos para el otro mundo, firma AUC”. Don Juan muy asustado llamó a su esposa Blanca Giraldo y le contó lo que había sucedido, ella se quedo atónita con la noticia, cuando logró reaccionar, en medio de llantos le dijo a su esposo que no se preocupara que ella haría todo lo posible por recoger la plata de las AUC.
Blanca Giraldo es una profesora de primaria del colegio Marco Fidel Suárez en Vigía del Fuerte Antioquia, su esposo Alfredo es un importante ganadero de esa región, ellos son una familia pudiente pero no rica.
ASÍ SUCEDIERON LOS HECHOS
El 25 de Abril del año 2008 se realizó un Bazar en la escuela Marco Fidel Suárez con el fin de recoger fondos para la institución, “todos estábamos bailando y disfrutando de la fiesta, de los stands de comida, de todo, al rato llegaron los jefes de las AUC y empezaron a jugar, para nadie era algo raro, pues ellos eran muy atentos con la comunidad, nunca se metían con nadie, pero se les tenia respeto” cuenta Alfredo.
“Ya estaban muy tragueados- continúa Alfredo- y sacó a mi hija mayor Juliana, un muchacho apodado “Jimmy”, él empezó a bailar con ella y se estaba sobrepasando, mi hija no quiso seguir bailando con él y se sentó, por lo cual Jimmy se puso furioso, saco un arma y le apunto a la Juliana, de inmediato yo me metí, alegándole que no era para tanto”.
Esa noche los padres y las hermanas de Juliana, pensaron que no la volverían a ver, de sólo pensar que la matarían en su cara, se llenaban de miedo y de dolor. Don Alfredo, tuvo un fuerte altercado con alias Jimmy, “cuando yo le dije que no era para tanto el me contesto: a mí nadie me desprecia, su hija está muy buena y la quiero para mi, si no le gusta entonces págueme por dejarla tranquila” después de mucho alegar don Alfredo llegó a un acuerdo “yo le dije que cuanto, 100 millones contesto él, pero yo no tengo toda esa plata le dije, a mi no me importa consígala, respondió” cuenta don Alfredo. Su familia al ver que no conseguía la plata decidieron mandar a sus hijas a Medellín, pensando en alejarlas del peligro, ellas no los querían dejar pero al final aceptaron, todos pensaron que los jefes no se darían, nunca se imaginaron lo que pasaría después.
LA MAÑANA DEL DOLOR
Eran las 8:00am del día 02 de Mayo del 2009 cuando Alfredo y blanca salieron de su casa, se disponían a llevar a sus hijas al transporte para que se trasladarán a Medellín, en el transcurso de su viaje, los paro una camioneta, era un muchacho alto, blanco de ojos verdes, de aproximadamente 25 años, él se hacía llamar “pinocho” pero a la familia se les presento como Carlos, les pidió que lo ayudaran a empujar el carro porque se había varado, don Alfredo muy amablemente se bajo a empujar, “me dijo que por favor lo ayudara que tenía que llegar rápido a Bogotá, yo me baje y lo ayude, pensé que estaba solo, pero había más gente en la camioneta, estaban esperando que me bajara para amarrarme y llevarse a mi hija Juliana”. Don Alfredo, se bajo y de inmediato lo amarraron “me dijieron perro hijueputa aquí se muere tu hija” obligaron a Juliana a subirse a la camioneta, se la llevaron y les dijieron que muy pronto tendrían noticias de ella, si la querían de vuelta deberían de paga la suma acordada.
La madre de Juliana pago la deuda y tres días después recibieron una nota: ya liberamos a su hija, gracias por la platica se la dejamos en la quebrada de la mocha muy bien puestecita, firma AUC”, doña Blanca presentía que a Juliana la habían matado pero de todas formas guardaba la esperanza de encontrarla viva, se fueron a su encuentro su esposo y ella, cuando llegaron se encontraron con una gran sorpresa, si la habían dejado muy bien puestecita pero en un ataúd, no lujoso, sino de madera, su padre de inmediato se tiro al suelo a llorar, aquella perdida tan grande. A su velorio asistieron todos los habitantes de Vigía del Fuerte, pues Juliana era una muchacha muy querida, por todo el pueblo. “ahora nos toca vivir con ese dolor, de todas formas hicimos lo posible por nuestra hija” afirma don Alfredo.
COLOMBIA MARCADA POR LA VIOLENCIA
Según un informe presentado por la Comisión de derechos humanos, en los últimos cinco años han muerto más de 1.600 mujeres colombianas, como consecuencia del conflicto armado, el informe revela que las mujeres asesinadas durante el conflicto, pueden ser víctimas de desapariciones forzadas, homicidio contra mujeres socialmente marginadas, etc.
El Instituto Nacional de Medicina Legal, presento un informe en el cual afirma que las muertes y desapariciones de las mujeres de los departamentos, Santander, Antioquia, Bolívar y Chocó, se atribuyen a los para militares, estos son los principales sospechosos de los 2.300 homicidios ocurridos en el año 2003 hasta el año 2005.
DE LAS CENIZAS A LA VIDA
Hoy doña Blanca y don Alfredo recuerdan aquel trágico y triste momento que pasaron, pero hoy le pide a Dios que donde quiera que se encuentre su hija la cuide, “ojala lo esté acompañando” afirma Blanca.
Ellos esperan que el caso de intolerancia presentado por su hija, lo conozcan muchas personas y no se queden callados como ellos, sino que denuncien para que los puedan ayudar, teniendo un respaldo no sólo familiar sino también judicial.
Ahora sus hermanas siguen su vida lejos de Vigía del fuerte, aunque todavía recuerdan a su hermana con bastante cariño y amor, no quieren volver por lo menos en un tiempo a su pueblo.
Alfredo es un hombre de 40 años, padre de tres hijas: Laura, Catalina y Juliana Medina. Una vez salió a trabajar a la finca de don Juan Agudelo, pues iba a ayudarle con un ganado. Cuando llegó donde don Juan se dio cuenta, que se había olvidado del encargo que su patrón días antes le había pedido.
Cuando se devolvió a la casa, encontró a sus hijas amarradas, con la ropa rasgada y una nota sobre la mesa que decía:”ay le hicimos el favorcito a sus hijitas, sino paga, las mandamos para el otro mundo, firma AUC”. Don Juan muy asustado llamó a su esposa Blanca Giraldo y le contó lo que había sucedido, ella se quedo atónita con la noticia, cuando logró reaccionar, en medio de llantos le dijo a su esposo que no se preocupara que ella haría todo lo posible por recoger la plata de las AUC.
Blanca Giraldo es una profesora de primaria del colegio Marco Fidel Suárez en Vigía del Fuerte Antioquia, su esposo Alfredo es un importante ganadero de esa región, ellos son una familia pudiente pero no rica.
ASÍ SUCEDIERON LOS HECHOS
El 25 de Abril del año 2008 se realizó un Bazar en la escuela Marco Fidel Suárez con el fin de recoger fondos para la institución, “todos estábamos bailando y disfrutando de la fiesta, de los stands de comida, de todo, al rato llegaron los jefes de las AUC y empezaron a jugar, para nadie era algo raro, pues ellos eran muy atentos con la comunidad, nunca se metían con nadie, pero se les tenia respeto” cuenta Alfredo.
“Ya estaban muy tragueados- continúa Alfredo- y sacó a mi hija mayor Juliana, un muchacho apodado “Jimmy”, él empezó a bailar con ella y se estaba sobrepasando, mi hija no quiso seguir bailando con él y se sentó, por lo cual Jimmy se puso furioso, saco un arma y le apunto a la Juliana, de inmediato yo me metí, alegándole que no era para tanto”.
Esa noche los padres y las hermanas de Juliana, pensaron que no la volverían a ver, de sólo pensar que la matarían en su cara, se llenaban de miedo y de dolor. Don Alfredo, tuvo un fuerte altercado con alias Jimmy, “cuando yo le dije que no era para tanto el me contesto: a mí nadie me desprecia, su hija está muy buena y la quiero para mi, si no le gusta entonces págueme por dejarla tranquila” después de mucho alegar don Alfredo llegó a un acuerdo “yo le dije que cuanto, 100 millones contesto él, pero yo no tengo toda esa plata le dije, a mi no me importa consígala, respondió” cuenta don Alfredo. Su familia al ver que no conseguía la plata decidieron mandar a sus hijas a Medellín, pensando en alejarlas del peligro, ellas no los querían dejar pero al final aceptaron, todos pensaron que los jefes no se darían, nunca se imaginaron lo que pasaría después.
LA MAÑANA DEL DOLOR
Eran las 8:00am del día 02 de Mayo del 2009 cuando Alfredo y blanca salieron de su casa, se disponían a llevar a sus hijas al transporte para que se trasladarán a Medellín, en el transcurso de su viaje, los paro una camioneta, era un muchacho alto, blanco de ojos verdes, de aproximadamente 25 años, él se hacía llamar “pinocho” pero a la familia se les presento como Carlos, les pidió que lo ayudaran a empujar el carro porque se había varado, don Alfredo muy amablemente se bajo a empujar, “me dijo que por favor lo ayudara que tenía que llegar rápido a Bogotá, yo me baje y lo ayude, pensé que estaba solo, pero había más gente en la camioneta, estaban esperando que me bajara para amarrarme y llevarse a mi hija Juliana”. Don Alfredo, se bajo y de inmediato lo amarraron “me dijieron perro hijueputa aquí se muere tu hija” obligaron a Juliana a subirse a la camioneta, se la llevaron y les dijieron que muy pronto tendrían noticias de ella, si la querían de vuelta deberían de paga la suma acordada.
La madre de Juliana pago la deuda y tres días después recibieron una nota: ya liberamos a su hija, gracias por la platica se la dejamos en la quebrada de la mocha muy bien puestecita, firma AUC”, doña Blanca presentía que a Juliana la habían matado pero de todas formas guardaba la esperanza de encontrarla viva, se fueron a su encuentro su esposo y ella, cuando llegaron se encontraron con una gran sorpresa, si la habían dejado muy bien puestecita pero en un ataúd, no lujoso, sino de madera, su padre de inmediato se tiro al suelo a llorar, aquella perdida tan grande. A su velorio asistieron todos los habitantes de Vigía del Fuerte, pues Juliana era una muchacha muy querida, por todo el pueblo. “ahora nos toca vivir con ese dolor, de todas formas hicimos lo posible por nuestra hija” afirma don Alfredo.
COLOMBIA MARCADA POR LA VIOLENCIA
Según un informe presentado por la Comisión de derechos humanos, en los últimos cinco años han muerto más de 1.600 mujeres colombianas, como consecuencia del conflicto armado, el informe revela que las mujeres asesinadas durante el conflicto, pueden ser víctimas de desapariciones forzadas, homicidio contra mujeres socialmente marginadas, etc.
El Instituto Nacional de Medicina Legal, presento un informe en el cual afirma que las muertes y desapariciones de las mujeres de los departamentos, Santander, Antioquia, Bolívar y Chocó, se atribuyen a los para militares, estos son los principales sospechosos de los 2.300 homicidios ocurridos en el año 2003 hasta el año 2005.
DE LAS CENIZAS A LA VIDA
Hoy doña Blanca y don Alfredo recuerdan aquel trágico y triste momento que pasaron, pero hoy le pide a Dios que donde quiera que se encuentre su hija la cuide, “ojala lo esté acompañando” afirma Blanca.
Ellos esperan que el caso de intolerancia presentado por su hija, lo conozcan muchas personas y no se queden callados como ellos, sino que denuncien para que los puedan ayudar, teniendo un respaldo no sólo familiar sino también judicial.
Ahora sus hermanas siguen su vida lejos de Vigía del fuerte, aunque todavía recuerdan a su hermana con bastante cariño y amor, no quieren volver por lo menos en un tiempo a su pueblo.
Foto: Jesús Abad Colorado
Sacada de: www.m3lab.info/portal/?q=node/2552
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