El periodista "emisor y receptor de emociones"
Escribir puede parecer muy fácil, pero en realidad no lo es, éste arte lo practica todo el mundo pero no todos escriben para el mundo.
Los comunicadores sociales o periodistas, estamos especializados en esto, pues toda la vida ese será nuestro trabajo y de un buen escrito, dependerá si sobrevivimos o no en el medio. Escribir para las masas no es algo fácil, para esto debemos tener en cuenta que nos estamos dirigiendo a una sociedad, por lo tanto el mensaje debe ser claro para que pueda ser entendido por todos; sin importar el nivel de educación de quien lo lea.
A medida que avanzas en la carrera, te vas dando cuenta cuales son tus fortalezas y debilidades; pero siempre, sin importar en que campo te desenvuelvas, tienes que escribir; allí empiezas a experimentar las exigencias que el medio te impone.
Juan José Hoyos en su libro Escribiendo historias, el arte y el oficio de narrar en el periodismo, nos enseña las diferentes maneras en las que se puede contar una historia, de modo que, el lector se entretenga con un artículo, reportaje, noticia, etc, aunque hayan pasado 50 años desde su publicación.
1. Dos modos de contar: el estilo informativo y el estilo narrativo
En esta primera parte, el autor nos muestra dos estilos diferentes de narrar, los cuales se evidencian con los artículos presentados por los periodistas Al Rossiter Jr (estadounidense, noticia) y Oriana Fallaci (italiana, reportaje), los cuales se encontraban en el mismo lugar y cuyos fines eran iguales: narrar la llegada del primer hombre a la luna; pero a pesar de esto sus escritos fueron totalmente diferentes, no por los géneros que escribían los dos sino porque allí hacía falta algo muy importante, el detalle, esto era lo que los hacían tan diferentes a pesar que estaban contando sobre lo mismo.
Personalmente me gusta más la manera de contar la historia de Oriana Fallaci, pues ella hace que revivas ése instante luego de 50 años de aquel suceso, puedes sentir que estas ahí, te emocionas demasiado. Pienso que al lector, televidente, oyente, etc, le gusta más (no digo que a todos pero si a un gran porcentaje) que cuando le cuenten la historia ellos se puedan imaginar la escena, el personaje, el paisaje, puedan sentir los aromas descritos; en pocas palabras que les erice la piel al escucharla.
No digo que Al Rossiter haya hecho un mal trabajo ¡no!, por el contrario es comprensible, ya que en el periodismo el límite es el tiempo, como está escrito en Oralidad y Escritura: “la información, nace y existe contenida en un flujo de tiempo y el desarrollo de ésta es la única manera de enfrentarse a dicho flujo”.
No me gustó tanto su información porque fue una narración demasiado seca, resumida, sólo citó a los protagonistas, suprimió diálogos; aunque esas son características del estilo informativo, se torna un poco aburrido, en cambio el reportaje de Oriana Fallaci es todo lo contrario, es el detalle lo que lo hace tan diferente, estos lo hacen rico de leer y cusan una sed impresionante de información, estos nos llevan a emocionarnos tanto que nos ponen nerviosos como si nosotros fuéramos parte de esos periodistas que estuvieron en aquel auditorio.
En la noticia se percibe a un periodista con deseos de sólo dar la información sin importar si hay o no un receptor, él es el emisor y eso es lo que vale. Él transmite el mensaje en forma de pirámide invertida, primero los hechos importantes y luego va descendiendo. Éste modo de comunicación debería ser como en la antigua Grecia, en la cual la información era el resultado de la acción recíproca del emisor con el receptor y el emisor no comunicaba información, ni un texto aprendido de memoria; sino los temas y las fórmulas que había oído de otros.
Este excelente libro nos enseña muchas maneras en las que puede narrar un periodista, ojalá que las aprendamos y las apliquemos de la mejor manera.
Bibliografía
Juan José Hoyos, Escribiendo historias, el arte y el oficio de narrar en el periodismo.
Oralidad y Escritura, Tecnologías de la palabra, Santa Fe de Bogotá, Bogotá D.C, Colombia
En la noticia se percibe a un periodista con deseos de sólo dar la información sin importar si hay o no un receptor, él es el emisor y eso es lo que vale. Él transmite el mensaje en forma de pirámide invertida, primero los hechos importantes y luego va descendiendo. Éste modo de comunicación debería ser como en la antigua Grecia, en la cual la información era el resultado de la acción recíproca del emisor con el receptor y el emisor no comunicaba información, ni un texto aprendido de memoria; sino los temas y las fórmulas que había oído de otros.
Este excelente libro nos enseña muchas maneras en las que puede narrar un periodista, ojalá que las aprendamos y las apliquemos de la mejor manera.
Bibliografía
Juan José Hoyos, Escribiendo historias, el arte y el oficio de narrar en el periodismo.
Oralidad y Escritura, Tecnologías de la palabra, Santa Fe de Bogotá, Bogotá D.C, Colombia
No hay comentarios:
Publicar un comentario