jueves, 13 de agosto de 2009

PRODUCCIÒN DE TEXTO ESCRITO

DIARIO DE CAMPO
SOY AMANTE PERO NO SUICIDA


Eran las 2 p. m. del sábado 18 de Abril de 2009, cuando llegué al parque de Envigado, lugar donde había quedado de encontrarme con mi amiga Sara Vargas, a quien le he cambiado el nombre por cuestiones de seguridad, me saludó de una forma cálida, aunque hablamos mucho, parecía que no nos habíamos visto desde hace un largo tiempo, pues cuando nos encontramos salió a flote esa gran amistad que nos ha unido desde hace 17 años.

Camino a su casa, la cual está ubicada a cuadra y media del parque, sostuvimos un diálogo en el cual nos desatrasamos de todo lo que habíamos hecho esas dos últimas semanas. Al llegar a su casa, tuve una sensación de calidez, amor y sencillez aunque ella sea de clase alta; salude a sus padres quienes me recibieron muy amablemente, luego pasamos a la habitación de Sara.

Su cuarto es su lugar preferido, allí puede con tranquilidad llorar, reír, soñar, amar e incluso morir. Es grande tiene un juego de alcoba, un closet inmenso y toda la tecnología que nos podamos imaginar.
Ella es una joven de 19 años, alta, delgada, de pelo negro y liso, es estudiante de tercer semestre de Psicología en la U. P. B," quiero ayudar a los jóvenes a pasar esa situación de dolor y desesperación que los lleva al suicidio, quiero salvarlos de un error, que no les queden consecuencias como me quedaron a mi", afirma Sara.

EL DINERO NO LO ES TODO, EL TIEMPO SI

Sara es la única hija de uno de los principales accionistas de la Federación Nacional de Cafeteros y de una profesora de cátedra de la Universidad de EAFIT, es la consentida de la casa, es la "Chiqui" como la llaman sus padres. Ella lo tiene todo, aparentemente, pero en realidad es que por mucho dinero que tenga, no le prestan la suficiente atención, "el dinero no lo es todo, el tiempo si" Sara.
Cuando era una niña tuvo que separarse de sus padres, pues ellos no podían cuidarla, por lo cual la entregaron a su tía Carmenza, ella fue quien la educo desde entonces y se convirtió en su segunda mamá.
Cuando tenía 16 años, su madre empezó a convivir más tiempo con ella y fue así como empezaron los problemas, ya que su estilo de vida cambió radicalmente; pasó de vivir sin complicaciones a tener una vida restringida, lo que la llevó a tomar la decisión de acabar con su vida, lo intentó seis veces y en una de ellas casi logra terminar con su existencia.


EL FINAL Y EL NACIMIENTO DE UNA VIDA

Una noche Sara no aguanto más, sintió que debía acabar con su vida y convertirse en una cifra mas de los 198 suicidios que ocurren en un mes en Antioquia, según reportes de la dirección seccional de salud de Antioquia, después de cinco intentos esta vez iba con toda , quería dejar, según ella, de ser un estorbo para su familia en especial para su madre, pensaba que después de esto vendría lo mejor y nadie se preocuparía ni sufriría por ella.
Es así, con una mirada tranquila, pero melancólica como empieza a narrarme su historia:
“Esa noche me sentía más sola que nunca así que decidí tomarme 80 pastillas, de las cuales me reservo el nombre, quería terminar con todo el sufrimiento, no tenia a nadie, había acabado de pelear muy fuerte con mi mamá, las pastillas me empezaron a hacer efecto casi de inmediato, así que decidí acostarme sin antes despedirme de mi familia.
Cuando estaba en mi cama pensaba que todo seria diferente, dejaría de ser un estorbo y amanecería muerta, al fin y al cabo eso era lo que quería; pero llegó un momento en el cual me puse a pensar en todos los instantes que me iba a perder, la oportunidad quizás de conocer a el hombre que me salvaría de esa situación, pues en ese momento había terminado con mi novio Juan.
Finalmente me dormí con la firme convicción de que estaría muerta, pero en la madrugada me desperté, le agradecí a Dios por la oportunidad que me había dado! no estaba muerta ! me alegré mucho y me paré a vomitar, cuando lo iba a hacer no sentía mis piernas y pensaba que me quedaría inválida, me recosté un rato y cuando al fin puede levantarme vomité pero me sentía demasiado mal, cuando mi mamá se dio cuenta me llevó al hospital, allá me hicieron un lavado gástrico la enfermera me dijo que estuve a punto de morirme. Después de eso aprendí a valorar más todo lo que tenía y mis padres me prestaron mas atención de la necesaria, allí fue el final y el nacimiento de una vida " cuenta Sara.

DE LAS CENIZAS A LA VIDA

Sara ya esta próxima a cumplir los 20 años, a su corta edad espera servir de ejemplo para aquellos jóvenes que en este momento están pasando por una situación similar, ella espera que para su cumpleaños le llegue un hombre que la quiera, la ame y la respete, pero que no le mienta, pues su antigua relación de cinco años, terminó fríamente ya que se dio cuenta que el hombre que más amaba la engañó durante un año.
Hace siete meses se quitó "la venda de los ojos" cuando vio como su novio Juan, al cual toda la familia lo quería, se casaba con otra, " esa vez fue terrible, pero no pensé en suicidarme la vida es muy bella para terminarla por un hombre, jamás me suicidaría por alguno de ellos soy amante pero no suicida".
Ahora ella esta muy bien y espera recuperarse de ese duro golpe que le dio la vida en relación al amor, aunque esta mal por lo de su novio ya dejó la idea de suicidarse pues comprendió que aún le quedan muchas cosas por descubrir y que el suicidio no es ninguna solución, sólo es un acto de cobardía e inmadurez.

ANTIOQUIA ¿UN DEPARTAMENTO SUICIDA?



En Colombia casos como el de Sara se presentan por montones, según un informe presentado por la Dirección Seccional de Salud de Antioquia, en este departamento se han reportado 230 casos de intentos de suicidio y 148 suicidios, las edades oscilan entre: niños de 5 a 14 años, 4 suicidios, 15 y 17 años , 12 suicidios, jóvenes de 18 y 25 años, 34 suicidios; el mayor porcentaje que se presentó fue el grupo entre los 25 y 44 años con un total de 55 suicidios y un aumento en las personas de más de 44 años con 43 suicidios.


Claro que no se quedan atrás los intentos que hacen los jóvenes por terminar con su vida las estadísticas fueron las siguientes: de 18 a 25 años con el 37%, de 15 a 44 años con el 25% y de 15 a 17 años con el 23%, para evitar esto la Dirección Seccional de Salud de Antioquia tiene un sistema de vigilancia en Salud Pública para evitar el suicidio o el intento de éste.


El programa tiene como finalidad, encontrar la suficiente información sobre el por qué de estos hechos, para brindarle a la sociedad una intervención oportuna y disminuir las estadísticas los índices de muertes.


En Antioquia según este informe la región que presenta más casos de suicidio es el Suroeste con el 24.37% de la población, seguido del Norte con 11.2%, luego Nordeste con 6.7%, Oriente con 3.55%, Occidente con 3.35%, Magdalena Medio con 3.23, Bajo Cauca con 1.82% y Urabá con 0.65%.


“La Dirección Seccional de Salud de Antioquia, también esta realizando una capacitaciones a los médicos para captar a un paciente que se quiere suicidar y poder brindarle una mejor opción de vida “asegura Juan David Tobón médico cirujano de la Universidad de Antioquia.


EL SUICIDO COMO UNA CULTURA


En nuestra cultura el suicidio se ve como una solución que adoptan los cobardes y eso es algo completamente escandaloso, pero, ¿ qué será el suicido para una persona musulmana?
Para los musulmanes suicidarse es un acto de valor y mas si es luchando por la religión y por ende estar muriendo por alá, esto es lo que llamaríamos como un ataque terrorista.




Según esta religión el suicidio se hace para recibir el premio que les tiene Alá el cual es una recompensa de 7 mujeres, el honor y el reconocimiento por haber muerto en batalla por fe.




























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